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La Fundación Ciudad de Requena colabora en la financiación de los museos parroquiales de la parroquia de San Nicolás y la iglesia de El Salvador

El día 5 de diciembre de 2020 se inauguraron los dos pequeños museos de las parroquias de Requena.

Los lugares elegidos son el camarín de la Virgen del Carmen en la parroquia de San Nicolás y el trasagrario en El Salvador. El primero data de finales del siglo XVII y el segundo de 1709, siendo la primera intervención barroca que realiza el conocido arquitecto Pérez Castiel en la iglesia de El Salvador. Además de servir como museos, la intervención ha permitido recuperar dos lugares que habían quedado como trasteros con el paso del tiempo y que se estaban deteriorando muy rápidamente. En la parroquia de San Nicolás se conservan piezas procedentes de la antigua parroquia de San Nicolás, del Convento del Carmen, del Convento de San Francisco y de algunas aldeas, mientras que en el Salvador se guardan las de esa misma parroquia y las de la desaparecida Santa María.

Las piezas conservadas en Requena son de gran valor. Entre ellas destacan la Cruz Parroquial de Santa María, declarada Bien de Interés Cultural en el año 1988 o el conocido terno de San Nicolás, que data del siglo XVI, con un bordado denominado «pintura a la aguja» del que se conservan muy pocos ejemplares en la Comunidad Valenciana. La ubicación anterior de todas las piezas no aseguraba la conservación de las mismas, pues propiciaba roces y choques que han deteriorado tejidos y las partes más débiles de las piezas de orfebrería.

No se ha realizado ninguna intervención importante que modifique la arquitectura y distribución de ambos espacios, a excepción de la limpieza superficial del trasagrario de El Salvador, reparando humedades y eliminando la suciedad de los dorados de la cúpula, esta labor fue realizada por Carmen Pérez García, catedrática emérita de restauración y conservación de bienes culturales de la Universidad Politécnica de Valencia. La adecuación de los espacios arquitectónicos como museo ha consistido en la instalación de dos vitrinas completamente desmontables adaptadas a huecos ya existentes, en ellas se conservarán las piezas de orfebrería. Por otro lado, se han instalado dos muebles planeros para que los ornamentos litúrgicos puedan exponerse y guardarse en plano, de manera que los tejidos sufran lo menos posible y permitan su conservación a largo plazo. Están realizados en metal para evitar la humedad y el ataque de diversos insectos.

Tanto la vitrina como el mueble permiten también que los elementos litúrgicos puedan ser usados con normalidad y para el uso que fueron concebidos.  Muestra de ello es la utilización del copón de Cristóbal Becerril y el terno de San Nicolás, ambos del siglo XVI, para la Misa Solemne del 6 de diciembre de 2020, festividad de San Nicolás de Bari.

En la entrada a ambos espacios se han instalado dos rejas metálicas que además de dar seguridad, permiten una correcta ventilación para evitar humedades.

El objetivo de ambos es fundamentalmente mostrar el patrimonio que han ido forjando con el paso de los siglos los requenenses, pero también pretenden ser un espacio adecuado para su conservación a largo plazo y es un paso más en la recuperación y acondicionamiento del patrimonio de nuestras parroquias, fruto de la exposición Pulchritudo Fidei que se celebró entre mayo y julio de 2019 en el Templo de Santa María.

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